El pasado 21 de noviembre, dimos inicio a nuestro primer Campus Rural STEM con derechos que implementamos con el financiamiento de USAID gracias al apoyo del Mujer Próspera Challenge. A lo largo de seis días consecutivos 25 adolescentes y jóvenes de entre 12 y 18 años procedentes de zonas rurales del departamento de Cabañas participaron activamente en el Campus STEM.
Los campus rurales tienen como objetivo acercar a las chicas de estas zonas a la tecnología y las habilidades digitales, así como también a las diferentes áreas de desarrollo profesional en STEM y las oportunidades laborales que ofrecen estas áreas formativas, además de conocer sobre los derechos humanos de las mujeres, durante el proceso formativo las chicas conocieron los diferentes ámbitos de estudio en las ciencias, descubrieron a mujeres científicas a lo largo de la historia y realizaron ejercicios prácticos basándose en el método científico.
Las chicas aprendieron sobre el autocuidado, el amor propio, la sororidad y cómo ponerlo en práctica en su vida cotidiana para fortalecer la relación con ellas mismas y su entorno, así mismo, las facilitadoras brindaron conocimientos sobre las leyes que protegen a niñas, mujeres y adolescentes en El Salvador, especificando la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, enmarcando los derechos que contiene y los tipos de violencia.
En este Campus STEM tuvimos el apoyo de empresas aliadas como Vertex Studio, quienes acercaron a las jóvenes y adolescentes a la robótica y la realidad virtual donde pudieron participar individual y colectivamente.
El último día del campus las chicas visitaron San Salvador, y como parte del convenio con la Universidad Don Bosco se realizó un recorrido guiado por las instalaciones, las carreras disponibles y 4 estaciones donde se explicaban temáticas como la metrología, astronomía, ortesis y prótesis. También se realizó un recorrido guiado por el Observatorio Micro Macro y las participantes entraron al simulador astronómico del Observatorio, conocieron el Tin Marín y el Parque Cuscatlán.
¡Tuvimos seis días de mucho aprendizaje colectivo!